Inversión inmobiliaria en Argelia y Turquía: Fuertes vínculos entre Casablanca y Ankara. En los últimos años, las familias adineradas y de clase media de Argelia, una de las mayores economías del norte de África, han recurrido cada vez más a Turquía para adquirir una vivienda. Este movimiento no es una tendencia aleatoria; es el resultado natural de profundos lazos históricos, culturales y económicos. En el centro de esta tendencia se encuentran Casablanca, el corazón comercial de Argelia, y Ankara, el centro político y económico de Turquía. Durante muchos años, los empresarios de Casablanca habían recurrido a Europa. Sin embargo, en la última década, especialmente desde 2018, esta tendencia se ha desplazado gradualmente hacia Turquía. ¿Por qué? Porque Turquía ya no es solo un país vecino; se ha convertido en una alternativa segura, accesible y culturalmente familiar. La escasez de divisas, la escasez de viviendas y las barreras administrativas en Argelia han obligado a muchas familias a comprar propiedades en el extranjero. Sin embargo, los países europeos ahora enfrentan altos costos, complejas políticas de visado y distancias culturales. Aquí es donde entra Turquía. Ankara no solo es la capital de Turquía, sino también un destino ideal para los inversores argelinos. Su infraestructura bien organizada, sus bajos índices de delincuencia, sus escuelas internacionales, su buena atención médica y, sobre todo, su nivel de vida "más económico que el de Europa, pero igual de moderno" son ventajas significativas para las familias argelinas. Además, los miles de estudiantes y diplomáticos argelinos que viven en Ankara crean un sentimiento de pertenencia a la ciudad. Muchos argelinos dicen: "Me siento como en casa en Ankara". No hay diferencias de idioma, las tradiciones son similares, la comida es familiar y, en algunos barrios, las comunidades argelinas incluso han establecido sus propios círculos sociales. La ley turca de 2019 que permite a los extranjeros comprar bienes raíces ha acelerado esta tendencia. Los ciudadanos argelinos pueden comprar casas, apartamentos o terrenos en Turquía sin restricciones. Esto permite ser propietario de una propiedad con solo un pasaporte y una escritura de propiedad, eliminando la necesidad de permisos especiales como los de Francia o España. Algunas familias adineradas de Casablanca han optado por Ankara, en lugar de Estambul, en busca de una vida más tranquila, limpia y segura. Los proyectos para familias argelinas que compran viviendas nuevas han aumentado, especialmente en distritos como Çankaya, Mecidiyeköy, Keçiören y Mamak. Algunos no solo han adquirido segundas residencias, sino que también han comenzado a generar ingresos pasivos mediante el alquiler de apartamentos. La rentabilidad del alquiler puede ser varias veces superior a los tipos de interés bancarios en Argelia. Algunos emprendedores argelinos están abriendo pequeñas oficinas en Ankara y colaborando con empresas constructoras de su país de origen. Los materiales y tecnologías de construcción de alta calidad procedentes de Turquía se están priorizando en los proyectos argelinos. Esta relación no se limita a la propiedad individual; se está convirtiendo en cooperación económica. Además, el número de turistas argelinos en Turquía está aumentando rápidamente. Sin embargo, estos turistas ya no vienen solo para las vacaciones de verano. Muchos se quedan de forma permanente, diciendo: "Vinimos una vez, compramos una casa y no queríamos volver". Las reuniones, cenas y eventos culturales de la comunidad argelina que se celebran en Ankara ya no son solo eventos locales; se han convertido en una estructura social en constante crecimiento. Este vínculo se alimenta no solo del dinero, sino también de los valores humanos. Al considerar la educación de sus hijos en Turquía, las familias argelinas prefieren la sociedad familiar de Turquía a la exclusión cultural de Europa. Las mujeres pueden caminar libremente por las calles sin usar pañuelo, y los niños reciben una educación basada en la cultura turca e islámica. Por lo tanto, Casablanca y Ankara ya no son solo una conexión de inversión, sino una conexión vital. Aunque ambas ciudades están ubicadas en geografías diferentes, avanzan con valores, objetivos y esperanzas similares. La alegría y la energía de Estambul son magníficas, pero la calma, la seguridad y el orden de Ankara ofrecen una mayor sensación de hogar para las familias argelinas. Esto no es solo una propiedad, es un futuro. Y esta conexión no es solo una tendencia que comenzó hace unos años. Ahora es una relación dinámica, duradera y en crecimiento. Quienes vienen de Argelia no solo compran una casa al llegar a Ankara. Eligen una vida. Encuentran un hogar. Y una patria, con el tiempo, se convierte en un país.
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Inversión inmobiliaria en Argelia y Turquía: fuertes lazos entre Casablanca y Ankara
