Apartamentos jordanos y turcos: buscamos apartamentos en venta en Amán y Trabzon.

Apartamentos jordanos y turcos: Buscando apartamentos en venta en Trabzon y Amán
En los últimos años, a medida que se han profundizado los lazos económicos y culturales entre Turquía y Jordania, se ha observado una interesante tendencia bidireccional en los mercados inmobiliarios. Los inversores jordanos, en particular, han comenzado a buscar apartamentos en venta en Trabzon, una tranquila y natural belleza en la región noreste de Turquía. Mientras tanto, los ciudadanos turcos muestran interés en apartamentos para residencia permanente o inversión en Amán, la capital jordana. Esta dinámica se ve impulsada no solo por las ventajas de precio, sino también por factores como su ubicación estratégica, seguridad y calidad de vida. Amán: Nuevos propietarios de viviendas de Turquía en Jordania
Como una de las ciudades más estables y seguras de Oriente Medio, Amán es un destino atractivo para los inversores, especialmente de Europa y Asia. Los turcos prefieren comprar apartamentos en Amán por las siguientes razones: Alto nivel de vida y bajos índices de criminalidad. Proximidad geográfica a Turquía (1,5 horas en avión). Sociedad turcoparlante y proximidad cultural. Ventajas fiscales: Sin impuesto sobre la renta en Jordania, bajos impuestos sobre la propiedad. Segundo pasaporte/oportunidad de residencia: Jordania emite permisos de residencia a largo plazo (similares a la Golden Visa). Por lo tanto, los apartamentos modernos y las pequeñas villas, especialmente en distritos prestigiosos como Beit Ras, Abdoun y Shmeisani, tienen una gran demanda entre jubilados, nómadas digitales y empresarios de Turquía. Algunas empresas turcas están desarrollando proyectos en Amán que ofrecen diseño de interiores "de estilo turco" y servicios de gestión en turco. Ejemplo: Una familia que vive en Trabzon se mudó a Amán para la educación universitaria de sus hijos; en 2024, compró un apartamento de 3 habitaciones en Şmeisani y obtiene una renta anual del 4,5%. Trabzon: El nuevo paraíso invernal para los inversores jordanos. Trabzon, en cambio, atrae la atención de los inversores jordanos por su belleza natural, patrimonio histórico y precios asequibles en la región oriental del Mar Negro. Precios de apartamentos: entre el 10% y el 15% del precio de Amán (apartamento de 100 m²: entre 70.000 y 120.000 liras turcas). Vida tranquila y segura: Un refugio alternativo en medio de la incertidumbre política y económica de Jordania. Potencial turístico invernal: Pueblos de montaña con vistas inigualables, pero menos competitivos que Uludağ. Desarrollo de infraestructura turística: Nuevos proyectos de viviendas turísticas en las regiones de Sürmene, Akçaabat y Of. Locales con buen dominio del turco: Integración cultural sencilla. Los inversores jordanos buscan especialmente apartamentos con vistas al mar, casas rurales con jardín y segundas residencias para vacaciones de invierno. Algunos compran apartamentos en Trabzon y los utilizan con sus familias durante los meses de verano, mientras que los alquilan en invierno, lo que resulta en inversiones rentables. Caso real: El propietario de una casa de productos con sede en Ammán compró un apartamento de 85 m² con vistas al mar en Akçaabat en 2023. Con 6 meses de uso personal y 6 meses de alquiler, obtiene unos ingresos anuales de 12.000 TL, ¡el triple del alquiler de un apartamento que se puede comprar por el mismo dinero en Ammán! Visión de futuro: "Puente Mar Negro-Mediterráneo". Se prevé que la ruta aérea Trabzon-Ammán se abra en 2025. Las negociaciones para establecer un "Fondo de Empresa Conjunta Inmobiliaria" entre ambos países están en curso. El número de jordanos en Turquía aumentó de 20.000 a 35.000 en 2023; el 40 % de este número está relacionado con la compra de bienes raíces. El número de turcos en Jordania ronda los 15.000, y el 30 % de ellos son propietarios de apartamentos. Conclusión: Trabzon y Amán ya no son solo ciudades; se han convertido en el punto de encuentro de dos culturas, un destino para un segundo hogar. «Un apartamento no está rodeado de paredes, se define por los momentos que vive la gente. Las nubes de Trabzon y las colinas de Amán son hoy dos ventanas de una misma casa». Este movimiento bidireccional no se limita al mercado inmobiliario, sino que implica la reconstrucción de los vínculos entre las personas, tanto en el sentido económico como humano.