En los últimos años, Corea del Sur ha cobrado un impulso significativo en este ámbito, donde convergen las tecnologías automotrices y de inteligencia artificial, al centrarse no solo en su mercado local, sino también en la competencia global. Los principales fabricantes de automóviles, los gigantes tecnológicos y las políticas gubernamentales están apoyando esta transformación. Los sistemas ADAS ya son estándar en casi todos los vehículos nuevos, mientras que las tecnologías de conducción autónoma están pasando rápidamente de la fase de pruebas al uso comercial. Hyundai Motor Group es el actor más destacado en este campo. Su paquete de asistencia al conductor "Hyundai SmartSense", ofrecido a través de Hyundai, Kia y su marca de lujo Genesis, ahora viene de serie en muchos modelos. Este sistema asiste al conductor tanto de forma activa como pasiva. Por ejemplo, frena automáticamente cuando el vehículo está demasiado cerca de un objeto delantero, avisa de salidas de carril e intenta corregir la dirección, e incluso se integra con los datos de navegación para ajustar automáticamente la velocidad y el carril en la autopista. Las versiones avanzadas, en particular el Highway Driving Assist 2 (HDA2), permiten al conductor retirar las manos del volante y los pedales durante periodos prolongados, representando así los primeros pasos hacia la conducción autónoma. Más allá de estos avances en el ámbito de los sistemas ADAS, Corea del Sur también avanza rápidamente hacia la conducción totalmente autónoma o vehículos sin conductor. Hyundai opera globalmente en este ámbito a través de una empresa conjunta llamada Motional. Motional ya ha comenzado a ofrecer servicios de robotaxis en Las Vegas en colaboración con Lyft. Se espera que la misma compañía lance un servicio similar en Corea del Sur, especialmente en grandes ciudades como Seúl, en 2025-2026. Estos vehículos tendrán clasificación de Nivel 4, lo que significa que pueden operar completamente sin conductor en determinadas condiciones y ubicaciones geográficas. Los gigantes tecnológicos tampoco se quedan de brazos cruzados en este campo. Samsung está desarrollando soluciones de hardware y software en el sector de la electrónica automotriz mediante la adquisición de Harman. Su objetivo es producir en el país numerosos componentes críticos, desde procesadores para vehículos hasta sistemas de fusión de sensores. LG Electronics, por su parte, ocupa un lugar destacado en la cadena de suministro automotriz con sus cámaras ADAS, sistemas de radar y software de detección basado en IA. Naver, por su parte, está desarrollando su propio software de conducción autónoma y trabaja tanto en robotaxis como en vehículos autónomos de reparto. Las pruebas de campo limitadas que se lanzaron en Seúl en 2023 fueron un paso significativo para demostrar la adaptabilidad de esta tecnología al transporte urbano. Claro que estos avances tecnológicos por sí solos no son suficientes. El gobierno surcoreano también apoya esta transformación legal e infraestructuralmente. La "Ley de Vehículos Autónomos", que entró en vigor en 2020, legalizó el uso de vehículos de Nivel 3 en las carreteras. Los preparativos para el Nivel 4 están en marcha, con el objetivo de alcanzarlo en 2027. Se han establecido pistas de prueba especiales en ciudades importantes como Seúl, Busan y Daejeon. Además, el despliegue intensivo de la infraestructura 5G y el desarrollo de la tecnología V2X —que permite que los vehículos se comuniquen entre sí, con los semáforos, las carreteras e incluso con los peatones— desempeñan un papel fundamental en la integración segura e inteligente de los vehículos autónomos. También existe una amplia aceptación por parte del consumidor. Aproximadamente el 80% de los compradores de vehículos nuevos optan por las funciones ADAS. Las generaciones más jóvenes, en particular, están abiertas a la tecnología y tienden a confiar en las funciones de conducción autónoma. Por supuesto, aún quedan detalles por resolver en cuanto a seguros, responsabilidad civil por accidentes y privacidad de datos, pero el gobierno está implementando estas regulaciones gradualmente. A nivel mundial, Corea del Sur se considera el tercer actor más importante, solo superado por Estados Unidos y China. Gracias a Hyundai y Kia, la tasa de integración de sistemas ADAS en vehículos se encuentra entre las más altas del mundo. Las sólidas bases en semiconductores, inteligencia artificial e infraestructura de telecomunicaciones brindan ventajas significativas para el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma. Los objetivos para los próximos cinco a diez años son bastante ambiciosos: se espera que los vehículos autónomos de Nivel 3 entren en producción en masa en 2025, que los servicios de robotaxi comiencen en 2026, que los vehículos de Nivel 4 circulen por las vías públicas en ciertas regiones en 2027, y que uno de cada dos vehículos nuevos vendidos tenga al menos capacidades de conducción autónoma de Nivel 3 para 2030. En resumen, Corea del Sur aspira a estar en el centro de la revolución de la conducción autónoma en términos de tecnología, producción e infraestructura legal. En este camino, no solo busca vender automóviles, sino también construir ecosistemas de transporte inteligentes. No será una sorpresa que Corea del Sur será uno de los países líderes mundiales en este campo en la década de 2030.
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Sistemas de asistencia al conductor de Corea del Sur: ADAS y tecnologías de conducción autónoma